Vacunas: Realidad vs. Ficción
1. Cuéntenos un poco sobre su vida y cómo se ha venido enfrentando a las corporaciones por el bien de la salud y el bienestar.
Comencé mi carrera como abogado ambientalista trabajando para pescadores comerciales y recreativos en el río Hudson, litigando contra los que contaminaban ese rio. Juntos logramos limpiar el Hudson. Hoy en día, el Hudson es la vía fluvial más rica del Atlántico Norte con más libras de peces por acre y biomasa por galón que cualquier otra vía fluvial en el Océano Atlántico. La milagrosa resurrección del Hudson inspiró la creación de “Riverkeepers” en cientos de vías fluviales de todo el mundo. Me desempeño como presidente de “Waterkeeper Alliance”, el grupo de protección del agua más grande y de más rápido crecimiento en el mundo con 350 cuidadores de agua en 46 países. Y estuve representando a muchos de ellos en juicios contra plantas de energía que queman carbón por descargar mercurio en nuestras vías fluviales a principios de la década del 2000. Durante ese período, se me acercaron muchas mujeres que se identificaron a sí mismas como madres de niños con discapacidades intelectuales, y cada una de ellas creía que su hijo había sido dañado por las vacunas. Me persuadieron de mirar la ciencia y eso es lo que realmente me atrajo de este tema. Inmediatamente vi que había un gran abismo entre lo que los funcionarios de salud pública decían a los estadounidenses sobre la seguridad y eficacia de las vacunas y lo que la ciencia decía.
2. Muchos creen que las vacunas son seguras porque sus médicos dicen que lo son. ¿Por qué la gente debería dudar de la veracidad de esto?
La gente necesita hacer su propia investigación. Los médicos no estudian las lesiones causadas por las vacunas en las escuelas de medicina. Las facultades de medicina están financiadas en gran parte por empresas farmacéuticas y enseñan un paradigma farmacéutico. No están enseñando a las personas cómo mejorar su sistema inmunológico y no enseñan prácticamente nada sobre la seguridad de las vacunas. La suposición es que todas las vacunas funcionan y nunca causan lesiones. La gente necesita hacer su propia investigación sobre este tema. El tribunal de vacunas ha pagado más de 4 mil millones de dólares en lesiones causadas por vacunas, y el HHS ha admitido que se informa menos del uno por ciento de las lesiones relacionadas con las vacunas, ahora multiplique eso por cien.
3. Cuando un gobierno exige que las personas sean vacunadas ¿Cuál es su mayor preocupación?
Tengo mucha preocupación sobre eso. Mi mayor preocupación es que la seguridad de las vacunas no está estudiada. Y eso es un legado del CDC, el Servicio de Salud Pública, que era una agencia cuasi militar. El programa de vacunas se lanzó como una defensa de seguridad nacional contra los ataques biológicos a nuestro país. Si los rusos nos atacaban, querían asegurarse de que pudiéramos formular y desplegar una vacuna a doscientos millones de civiles sin impedimento regulatorio. Pero, reconocieron que si llamaban a las vacunas un “medicamento”, tendrían que hacer pruebas aleatorias controladas con placebo, lo que lleva cinco años. Entonces, los llamaron de otra manera. Los llamaron “biológicos” y luego los biológicos quedaron exentos de las pruebas de seguridad. En ese entonces, solo había tres vacunas y no tuvo mucho impacto. Pero hoy en día, los niños tienen la obligación de tomar 72 dosis de 16 vacunas antes de los 18 años. Ninguna de ellas ha sido probada con placebo. Nadie sabe cuál es el perfil de riesgo de esas vacunas. Y nadie sabe si las vacunas están causando más lesiones de las que evitan. Y la ciencia indica que, muchas de esas vacunas, si no todas, están causando más lesiones de las que evitan.
La mayoría de las personas argumenta que las vacunas son seguras porque el CDC dicen que son seguras, porque la OMS dice que son seguras o porque mi médico dice que son seguras. De hecho, no hay estudios que prueben que las vacunas sean seguras. No existen estudios en los que las poblaciones vacunadas se comparen con las poblaciones no vacunadas y muestren que las poblaciones vacunadas tienen mejores resultados de salud. Hay alrededor de 61 estudios que hemos descubierto que comparan poblaciones vacunadas y poblaciones no vacunadas, y las poblaciones vacunadas siempre están más enfermas. Tienen más diabetes, tienen más autismo, tienen más educación especial, tienen más visitas al hospital, más dolores de oído, más enfermedades autoinmunes, tienen más alergias, no hay ningún estudio que hayamos podido encontrar que muestre que las poblaciones vacunadas sean las más saludables.
4. ¿Por qué usted cree que la gente debería decidir libremente lo que se ponen en sus cuerpos?
La respuesta a eso debería ser evidente por sí misma. El gobierno no es dueño de tu cuerpo o de ninguna persona. Una persona sana, no debe ser obligada a someterse a intervenciones médicas sin su permiso. Hemos firmado numerosos tratados, incluida la Carta de Nuremberg, la Carta de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, los Principios de Siracusa y otras que dicen que esa es una de las bases de la libertad política y de la democracia occidental.
5. Desde que comenzó a investigar las vacunas y la industria de las vacunas, ¿Qué es lo más le ha preocupado?
La explosión de las enfermedades crónicas en los niños. Somos la población más vacunada del mundo y la más enferma. Tenemos las tasas de mortalidad más altas, tenemos las tasas más altas de enfermedades autoinmunes y enfermedades alérgicas y enfermedades del desarrollo neurológico. Estamos mirando a la generación más enferma de la historia: el 54% de nuestros niños tienen enfermedades crónicas y eso no es normal. Antes de las vacunas en 1940, solo el 6% de los niños estadounidenses tenían una enfermedad crónica. En 1986, ese número aumentó al 12% y hoy es del 54%.
6. ¿Cómo está ayudando hoy a luchar por los que no tienen voz en lo que respecta a las batallas legales por la libertad individual?
Estamos representando a niños lesionados por vacunas en los tribunales de todo el país, estamos presentando demandas todo el tiempo para proteger a las personas de la vacunación forzada y para encontrar remedios para las personas que han resultado perjudicadas por estas vacunas.
7. Has estado hablando mucho sobre esto, particularmente ahora con el COVID, ¿Qué tipo de censura has enfrentado?
Me han censuraron desde el principio, ya tengo 15 años. Ningún periódico del país publicará mis editoriales y, por cierto, he publicado cientos de editoriales, antes de escribir sobre las vacunas he escrito sobre cuestiones ambientales. No me permitirán escribir editoriales sobre vacunas, no me permitirán debatir en la televisión. (Tuve un debate en 15 años y fue contra Allen Dirchowitz a principios de este año). Y ahora, incluso las redes sociales son muy abiertas sobre el hecho de que no permiten discusiones sobre las vacunas o sobre 5G.
8. Hablando de redes sociales, hemos escuchado mucho recientemente sobre las políticas de las principales plataformas que combaten la desinformación. ¿Por qué lo que está diciendo no es “desinformación”?
El término “desinformación” no tiene nada que ver con si una declaración es verdadera o no, el término “desinformación” en este contexto es un eufemismo para cualquier declaración que no esté de acuerdo con el pronunciamiento gubernamental predominante y el paradigma farmacéutico, sea cierto o no. La mayor parte de la información errónea sobre las vacunas proviene del otro lado y no hay censura.
9. Hablemos de los materiales tóxicos que se encuentran en las vacunas, y por qué la gente debería estar al tanto de ellos.
En términos de toxicidad, los peores materiales son los adyuvantes como el mercurio y el aluminio, y son terriblemente neurotóxicos. El mercurio es el elemento más neurotóxico del universo que no es radiactivo. No inyectaría plomo en un bebé en ninguna circunstancia; sin embargo, el mercurio es 1.000 veces más neurotóxico que el plomo, y lo estamos inyectando en nuestros hijos. Luego hay muchos otros productos químicos tóxicos y materiales cancerígenos como el bórax y el formaldehído. También existen objeciones morales y religiosos para el tejido fetal humano que se encuentra en las vacunas. Los fetos humanos se utilizan como sustratos, se muelen y se utilizan para hacer crecer los virus para crear vacunas. Probablemente peores, desde el punto de vista de la salud, son algunos de los tejidos animales, tejidos de mono y primates, que también son omnipresentes porque hay retrovirus en esos tejidos que se están diseminando al genoma humano. Algunos de ellos son cancerígenos como SV40 y N Virus 40. Otros tejidos animales incluyen tejidos de cocker spaniel, tejidos de insectos, tejidos de pangolines y más.
Nunca se han realizado estudios sobre estos ingredientes individuales sobre lo que sucede cuando los inyecta, y no se han realizado estudios sobre el calendario de vacunas en su conjunto.
10. Cuéntenos sobre “Children’s Health Defense” y qué tipo de recursos y contenido están disponibles allí para que las personas se eduquen sobre las vacunas y otros problemas de salud.
La gente debería ir a “ChildrensHealthDefense.org.” Hemos tratado de hacer realmente los análisis de vanguardia de los estudios científicos a medida que surgen para hacerlos accesibles para que todas las personas puedan leerlos. La información en nuestro sitio es científicamente precisa y usted puede sentirse seguro de que nuestra información e