Amando a Las Personas Que Son Difíciles De Amar
1.Dado lo argumentativas que se han vuelto las persona en los últimos años, Tu libro “Amando a Las Personas que Son Difíciles de Amar” es un mensaje tremendamente necesitado para hoy, ¿Cuáles crees que son los tropiezos más comunes que los creyentes tienen cuando se trata de amar cuando es difícil?
Dios puso en mi corazón escribir este libro porque parece que hay más amargura, odio, violencia, falta de paz, falta de amor real y más confusión que nunca antes. Estoy en mis setentas ahora y he notado que en cada década ha habido problemas como este, pero las situaciones que enfrentamos hoy son aún más serias de lo que yo he experimentado en toda mi vida.
No hay respuesta fácil para los retos con los que tenemos que tratar en nuestra sociedad, pero cada uno de nosotros debe hacer lo que podamos hacer para cambiar lo que podemos cambiar. Me encanta lo que dijo Martin Luther King Jr: “debemos aprender a vivir juntos como hermanos o pereceremos juntos como tontos”. Esto significa que debemos aprender a vivir en paz y caminar en amor, incluyendo a las personas que son difíciles de amar.
A menudo digo que el amor no es solo una teoría o un sentimiento difuso y cálido; es como tratamos a las personas. La verdad es que a menos que nos volvamos buenos en no ofendernos y extender el perdón a quienes nos lastiman, no hay realmente ninguna esperanza para la paz y la unidad en este mundo. Esto no es fácil, y muchas veces decidimos seguir nuestros sentimientos en vez de hacer lo que es correcto porque es difícil.
Dios nos da Su gracia y el poder del Espíritu Santo para lograr las cosas difíciles. Pero tenemos que estar dispuestos y determinados a hacer nuestra parte como pacificadores y hacer del amar a otros nuestra prioridad sea que lo sintamos o no.
Soy tan apasionado en compartir este mensaje porque lo he experimentado, y se cuánto mejor puede ser la vida cuando aprendemos a caminar en amor con las personas que son difíciles de amar. Por eso estoy muy emocionado de compartir más sobre esto en nuestra conferencia de mujeres este año.
2.¿Cuál es la diferencia entre amor incondicional y condicional?
El amor de Dios es amor incondicional, y 1 Corintios 13 nos da Su descripción de como se ve en la práctica. Por ejemplo, el amor no es egoísta, no está centrado en uno mismo, y no tiene que tener la razón. De hecho, el amor sacrifica su derecho a tener la razón. No es impaciente ni áspero. No es chismoso, criticón, o esparce rumores sobre las faltas y pecados de otros, pero los cubre con oración para que sean perdonados y cambien de corazón. La Biblia también dice que el amor cubre multitud de pecados (1 Pedro 4:8)
El amor condicional es el opuesto al amor de Dios, y está basado en ciertas condiciones. Por ejemplo, alguien puede decir que te ama, pero si los decepcionas o no les das gusto todo el tiempo, terminan rechazándote. Es controlador y manipulativo, porque la motivación detrás está enfocada en obtener lo que tu necesitas, en vez de darle a otros lo que ellos necesitan sin condiciones.
El amor humano sin Dios es amor condicional. Todos necesitamos la gracia de Dios – su ayuda y poder trabajando en nosotros – para amar a otros sin egoísmo, sin pretensiones o esperando algo a cambio. La razón por esto es que no podemos dar algo que no tenemos nosotros mismos. Así que su Dios no es tu fuente de amor-si no tienes una relación personal con el que esta activamente creciendo de forma diaria – entonces no tendrás la habilidad de amar a las personas incondicionalmente.
3.Joyce, tú dices que nosotros siempre tendremos oportunidades para ofendernos con otros. Explícanos que quieres decir con esto y como la conciencia de uno mismo es clave para aprender a amar a otros.
El mundo en que vivimos es imperfecto y todos tenemos fallas y debilidades que pueden causar que nos ofendamos cada día, como el egoísmo, estar centrados en uno mismo y el orgullo. Parece que la gente se enoja fácilmente por pequeñas cosas que realmente no importan mucho, talvez les llegó el pedido incorrecto en un restaurante o alguien les cerró en el tráfico. Y es fácil sentirse afectado por las personas alrededor cuando son irritables o molestosas, especialmente por cosas que nos parecen ridículas.
El apóstol Pablo dice que el amor no se ofende con facilidad, no se enoja por cualquier cosa (1 Corintios 13:5 TLA). Esto es así porque el amor no se enfoca en sí mismo. Cundo estamos sobre enfocados en cómo nos sentimos, es muy probable que encontremos una razón para sentirnos heridos, ofendidos, molestos, amargados o resentidos.
Si creemos lo mejor de las personas, en vez de tener sospechas todo el tiempo, es mucho más sencillo no ser fácilmente ofendidos. Podemos desperdiciar muchos días de nuestras vidas ofendidos por alguien que ni siquiera sabe cómo no sentimos o se da cuenta que nos han ofendido.
4.Tu reconoces además a la ofensa como un obstáculo o piedra de tropiezo ¿Cómo enfrentarías las ofensas de manera cristiana para que no nos atrapen?
La respuesta simple es elegir la sabiduría divina sobre la emoción. Hay muchas emociones que podemos experimentar a lo largo del día, y debemos ser cuidadosos sobre seguir nuestros sentimientos porque son usualmente volubles. La gente sabia hace lo que es correcto no importa cómo se sienta en el momento. Me gusta decir que la sabiduría significa hacer hoy lo que te haría feliz más adelante.
El Salmo 119:165 (NVI) dice: “Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar, y nada los hace tropezar”. En otras palabras, las personas que aman a Dios y aman su Palabra hacen un esfuerzo por no dejar que nada les ofenda o los haga tropezar. Ellos conocen el poder de una vida pacífica, y quieren amar a todo porque esto es lo que Dios quiere que hagamos.
Pasar tiempo estudiando la palabra de Dios y en oración cada día es clave para entender la sabiduría de Dios y tener Su gracia para amar a otros de la forma en que Él nos ama. No importa que difícil pueda parecer amar a las personas en tu vida, recuerda que “para Dios todo es posible” (Mateo 19:26 NVI). Y lo que sea que Dios te pida hacer, Él siempre nos dará la habilidad para hacerlo con su ayuda.
5.¿Qué significa el “acordar estar en desacuerdo”, y como es esto una parte importante de las relaciones sanas?
Respetar el derecho de todos a tener su propia opinión es una clave importante para amar a las personas. Cuando tratamos de convencer a las personas de cambiar su manera de pensar y estar de acuerdo con nosotros, si lo hacemos por un tiempo prolongado, termina generalmente en ira. Las personas quieren libertad; ellos no quieren control y manipulación.
La vida es demasiado corta para discutir y estar molestos y no perdonar. No tenemos que estar de acuerdo en todo, pero podemos aprender el acordar estar en desacuerdo.
En los primeros años de nuestro matrimonio, no podía entender como mi esposo, Dave, pensaba de la manera que lo hacía cuando su perspectiva u opiniones no estaban de acuerdo con las mías. Pero desde entonces he aprendido que todos vemos las cosas desde diferentes perspectivas.
Si queremos tener paz en nuestras relaciones, el respetar el derecho de todos a tener su propia opinión es muy importante. Cuando respetamos ese derecho, no peleamos con ellos sobre lo que piensan, o hacemos comentarios que los hacen sentir como si algo está mal con ellos porque sienten de la manera que lo hacen. Podemos tener discusiones sobre temas o situaciones en las que no estamos de acuerdo, pero una discusión no es lo mismo que una pelea.
El tema de fondo es que está bien discutir cualquier cosa mientras podamos hacerlo pacífica y respetuosamente. A veces es mejor solo hablar sobre temas que podemos estar de acuerdo y evitar aquellos donde no lo estamos. Podemos estar de acuerdo en tener desacuerdos y no discutirlos.
6.Cuando elegimos amar a nuestros enemigos y perdonarnos, estamos en verdad eligiendo ayudarnos a nosotros mismos… Háblanos de eso.
Es imposible amar a las personas y tener relaciones sanas a menos que seamos generosos con el perdón. Nadie es perfecto, y no hay relación perfecta en la tierra. Todos desilusionamos, herimos u ofendemos a otros todo el tiempo, de la misma manera que somos heridos y ofendidos por otros.
Es muy importante el ser rápidos para perdonar – dejar ir la ofensa en vez de cargar el peso de la ira, amargura, resentimiento y cualquier otra actitud negativa que nos ocasionan. La Biblia es muy clara sobre como el amor “no lleva cuenta de las ofensas” (1 Corintios 13:5 PDT), y “si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas” (Mateo 6:15 NVI)
Cuando decidimos no perdonar a otros, en verdad estamos hiriéndonos a nosotros mismos más de lo que herimos a las personas que nos han ofendido porque estamos manteniendo un pecado que nos separa de Dios. No estoy diciendo que no estemos más en relación con Él, pero no podemos ser íntimos con Jesús y estar molestos con otros. De hecho, es posible impedir nuestra relación con Dios de tal manera que vivimos vidas miserables sin paz, gozo o amor.
7.En tu libro, dices, “En algún momento Todos son difíciles de amar”. ¿Cómo es que el aceptar esta verdad hace nuestras vidas y relaciones más sencillas?
Todos tenemos debilidades y cometemos errores en esta vida. Jesús es el único que ha caminado esta tierra y nunca pecó (Hebreos 4:15). Así que, si vamos a amar a cualquier persona, debemos aceptar que serán personas defectuosas que serán difíciles de amar por momentos. Y necesitamos recordar que nosotros también tenemos defectos y podemos ser difíciles de amar. Cuando entendemos esto, es más fácil perdonar cuando otros nos lastiman.
El amor de Dios es lo más grande de este mundo, ¡y lo cambia todo! Piensa en esto: ¿Qué tan diferente seria nuestro mundo hoy si las personas realmente se amaran unos a otros? ¡Este pensamiento me hace más determinado para tener el amor de Dios en mi corazón para poder amar más a las persona – de la manera que Él me ama a mí!
He decidido que al no poder saber o ser responsable de lo que todos los demás hacen, voy a amar a las personas. Y por la gracia de Dios, esto incluye a las personas que son difíciles de amar. Quero animar a tantas personas como pueda a tomar la misma decisión. Porque si lo hacemos, impactará nuestro mundo de una manera muy positiva.
8.¿Alguna vez has tenido que ama alguien que es difícil de amar? ¿Como fuiste capaz de lograrlo en tu situación?
Probablemente el reto más grande que tuve fue amar a mis padres. Crecí en un hogar abusivo; mi padre abusó de mi sexualmente y mi madre no hizo nada porque ella tenía miedo de él y pensó que no podría manejar el escándalo del divorcio y ser una madre soltera. Así que nunca tuve una relación segura y amorosa con ellos, y apenas fui lo suficientemente mayor para mudarme y vivir por mí misma, me fui de casa.
Años después cuando Dave y yo nos casamos y ellos llegaron al punto donde necesitaban ayuda y cuidado, Dios habló a mi corazón que Él quería que yo los cuidara. Esta fue una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer en mi vida.
Dave me apoyó mucho, y fui capaz de hacer lo que Dios puso en mi corazón que hiciera por ellos porque Él me dio la gracia para hacerlo. No fue divertido y no tuve ningún sentimiento de amor por ellos en el proceso, pero el amor no es solo una teoría o palabras; es acción y es como tratamos a las personas.
Dios es tan fiel, y Él honra nuestra obediencia. Puedo decir honestamente que no creo que podría estar llevando a cabo este ministerio hoy si no hubiera confiado en Dios al hacer lo que el quería que yo hiciera en esa situación. ¡Y cosas sorprendentes han pasado a través de todo esto! Dios sanó heridas en mi alma que parecían imposibles de sanar. Mi padre eventualmente se arrepintió del abuso que había hecho contra mí y me pidió perdón. Nació de nuevo a la edad de 83 años y yo lo bauticé. ¡La bondad que Dios ha hecho es más grande que la herida, dolor y daño que ocurrieron por el abuso todos estos años!
9.¿Por qué es la auto aceptación tan importante para nuestra habilidad de amar a otros?
Cuando las personas no se aman a sí mismas, son infelices, no tienen paz, y luchan con la inseguridad. Yo viví así por muchos años hasta que empecé a darme cuenta cuanto me ama Dios. Siempre voy a estar creciendo en mi relación con Él y descubriendo más sobre Su amor, pero puedo decir honestamente que tengo la confianza total que Él me ama incondicionalmente y me acepta como soy ahora mismo. El Espíritu Santo está trabajando siempre en mí, ayudándome a ser más como Jesús, pero disfruto el lugar donde estoy y de camino a donde voy en mi camino diario con Dios porque sé que Él me ama.
Hasta que experimentemos el amor de Dios por nosotros, no podemos realmente amarnos a nosotros mismos. No estoy hablando de estar “enamorados” de nosotros mismos y ser egoísta y centrado en uno mismo. Dios quiere que tengamos una actitud saludable hacia nosotros mismos y que sepamos que Él nos ha creado, hemos sido maravillosamente creados (Salmo 139:13-14), y que Él tiene planes para nuestras vidas (Efesios 2:8-10).
Cuando tenemos paz con Dios y nosotros mismos, entonces podemos amar a otros de la forma que Dios nos ama. Podemos ser pacientes y animar a otros porque nos damos cuenta que todos hacemos cosas malas, pero también hacemos cosas buenas. Y podemos vernos unos a otros de la forma que Dios nos ve porque como creyentes en Cristo, “tenemos la mente de Cristo” (1 Corintios 2:16 NVI).
10.La mayor parte del tiempo, no vamos a sentirnos con deseos de amar a las personas difíciles. ¿Cómo podemos aprender a pasar por encima de nuestras emociones y decidir amar?
Hay algunos pasos prácticos y sencillos que podemos tomar para caminar en amor con otros cuando no sentimos el hacerlo. La mejor manera de empezar es orando regularmente a Dios para que te de la gracia para hacerlo. Tenemos que confiar en Él para ayudarnos a hacerlo porque en nuestras propias fuerzas, nos sentiremos agotados y nos rendiremos.
También necesitamos orar específicamente por las personas en nuestras vidas que son difíciles de amar. Pedirle a Dios que las bendiga, que revele verdad para que ellos puedan cambiar. De la misma manera que Dios te ha amado y ye ha ayudado a ser más como Jesús, Él quiere hacer lo mismo por ellos.
La clave para amar personas que son difíciles de amar es tener un profundo deseo de hacerlo por Dios, fruto de la obediencia a Él. Lo sé de mi experiencia con mis padres, que abusaron de mí de muchas maneras a lo largo de los años mientras crecía. Nunca me dieron una razón para amarlos, así que cuando Dios me pidió que los cuidará en sus años de ancianos, fue uno de los momentos más difíciles para mí, el decirle si a Él. Pero me ayudó a darme cuenta que ni siquiera estuve cerca de lo difícil que debe haber sido para Jesús el sufrir y morir por nuestros pecados.
Quiero decir aquí que Dios no está pidiéndonos que dejemos que las personas abusen de nosotros, pero Él esta pidiéndonos que no nos rindamos con ellos simplemente porque son difíciles de tratar. Hay momentos donde no podemos estar con ciertas personas porque son abusivas, pero podemos aun orar por ellos y amarlos en formas que no nos expongan al peligro.
El fondo del asunto es que tener el deseo de agradar a Dios no significa que disfrutaremos amar a personas que son difíciles de amar. De hecho, cuando decidimos amar a las personas que son difíciles de amar, los sentimientos de amor estarán raramente presentes. (Y todos podemos actuar de maneras en que nos volvamos difíciles de amar por momentos. ) Pero recuerda, el amor es mucho más que un sentimiento; es como tratamos a las personas.
11.¿Cómo podemos mantener una actitud cristiana cuando nos encontramos a nosotros mismos recibiendo la explosión de ira de alguien, sea justificada o no?
Hay tanto que puedo decir sobre esto porque hay tantas razones porque la gente está molesta, y las circunstancias detrás de su conducta determinan la mejor manera de responder. Cuando entiendes de donde viene la ira de alguien, te ayuda a determinar la mejor manera de responder a ellos. Siempre digo que las personas heridas causan heridas. Y cuando esas heridas no son sanadas por Dios, se vuelven más profundas con el tiempo y el impacto se muestra en la forma que tratamos a otros.
Cuando sabes que alguien está actuando con ira porque están heridos, hace que sea más fácil verlos de la manera que Dios lo hace y tener compasión de ellos. Esto no significa que está bien dejarlos que nos lastimen a nosotros o a otros, pero nos da la sabiduría para la forma que reaccionamos. Me encanta Proverbios 15:1 que dice: “La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego.” (NVI). Esta escritura está diciendo que regresar ira cuando la ira llega a tu camino solo lo empeora, pero mantenerse calmado y gentil – aun cuando necesitas ser firme – es capaz de apagar el fuego de la ira.
También hay momentos cuando la ira esta enraizada en el temor – el temor que no tendrás lo que quieres, temor de ser maltratado, temor de crisis financiera, y la lista sigue. Todos podemos relacionarnos con esto de alguna manera en nuestras propias vidas. Cuando la ira de alguien hacia ti es causada por temor, recuerda que 1 Juan 4:18 dice, “el amor perfecto echa fuera el temor” (NVI). Confía en Dios para ayudarte a responder con Su amor, sea que des palabras de consuelo o de ánimo que simplemente escuches y les des un hombro en el cual llorar.
12.Joyce, tú dices que es vital que sepamos como “adaptarnos” y “ajustarnos” nosotros mismos a otras personas. ¿Qué quieres decir con esto y hay alguna excepción?
Romanos 12:16 dice, “Vivan en armonía unos con otros. No sean arrogantes, sino traten como iguales a la gente humilde ¡y no se hagan como que lo saben todo!” (NBV). Cuando recién me di cuenta de esta escritura, era una joven cristiana, tratando de aprender como tener una buena actitud cuando no obtenía mi gusto. Luchaba con esto porque tenía una fuerte personalidad egoísta y no confiaba mucho en las personas por el abuso que había experimentado al crecer.
Pero eventualmente llegué al punto donde estaba tan cargada viviendo así, que estaba dispuesta a hacer lo que sea que tuviera que hacer para tener paz en mi vida. Descubrí que la paz de Dios es más valiosa que salir con mi gusto, y eso significa aprender a adaptarme a mí misma a los otros algunas veces. La verdad es, adaptarse y ajustarse a veces a las necesidades y deseos de otras personas es una forma poderosa de mostrar mi amor por Dios y por ellos.
Hay momentos cuando las personas querrán que hagamos cosas que van contra la Palabra de Dios y la forma en que sabemos que Él quiere que vivamos. En aquellas situaciones, no es amoroso el animar o participar en las cosas que ellos quieren. Pero cuando sea que puedo adaptarme o ajustarme para darle a alguien lo que ellos prefieren o necesitan sin comprometer lo que sé que es correcto, estamos amándolos en la forma en que Dios nos ama.
13.Muchos de nosotros estamos constantemente tratando de cambiar a otros y ni siquiera nos damos cuenta… Háblanos de eso y como esto trae nada más que frustración a nuestras vidas y relaciones.
¡Se cómo es esto porque en un momento en mi vida, era infeliz con prácticamente todos alrededor mío! Pensaba que mi esposo, Dave, necesitaba cambiar, mis cuatro hijos necesitaban cambiar, y cualquiera con el que no me llevaba bien necesitaba cambiar y ser más como yo. Pero conforme empecé a estudiar seriamente la Palabra de Dios y crecer en mi relación con Jesús, mis ojos fueron abiertos a la verdad sobre esto que me estaba causando solo frustración.
Dios me mostró que, para poder amar a las personas, tenía que aprender a aceptarlos como eran, en vez de esperar que fueran como yo. No estoy hablando de aceptar el pecado o animar a la persona a vivir de formas que no se alinean con la forma en que Dios quiere que vivamos. Estoy hablando de no tratar de cambiar a las personas en algo o alguien diferente de lo que Dios los hizo para que fueran. Esto es vitalmente importante para desarrollar relaciones sanas.
Dios nos ama y nos acepta. Nos toma de la manera que somos y nos ayuda a llegar a donde necesitamos estar, pero Él lo hace con gentileza, amabilidad y paciencia. Dios me ha cambiado de tantas maneras a lo largo de los años, y estoy agradecida que me ha ayudado a ver como mis actitudes críticas y de juicio hacia otros me cegaron de mis propias faltas.
Cuando estes frustrado porque estás tratando de cambiar a alguien, lo mejor que puedes hacer es orar sobre los cambios que crees que Dios necesita hacer en otras personas y hazlo con humildad, solo en caso de que estes equivocado sobre ellos. Luego trabaja con el Espíritu Santo para ser la persona que Dios quiere que tu seas y dar amor incondicional y aceptación a todos los demás.
Tratar de cambiar a otras personas es difícil y solo trae frustración porque nunca funciona. Te digo de experiencia personal que la mejor manera de sobreponerte a eso es disfrutar las diferencias dadas por Dios en otros y dejarle el resto a Dios.
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