Entrevista con Lysa TerKeurst
P: ¿Puede un creyente que ama a Dios aún enfrentar desafíos para confiar en Dios durante tiempos de duda e incertidumbre?
R: He pasado muchas noches mirando al cielo, desconcertada mientras mi decepción se convertía en dolor, luego en entumecimiento y finalmente en una sensación de distancia de Dios. Hubo muchas ocasiones en las que pensé que Dios estaba a punto de cambiarlo todo, pero luego las cosas empeoraron en lugar de mejorar. Algunos de mis días más oscuros fueron aquellos en los que no podía comprender lo que Dios permitía. Mi miedo era: "Dado que Dios permitió todo esto, ¿qué más podría permitir?" Con el tiempo, he comprendido que no puedo basar mi esperanza en que Dios haga que las cosas parezcan justas. Y tampoco puedo poner mi esperanza en los resultados que desesperadamente deseo. Debo anclar mi esperanza en quién es Dios. Él es bueno. Él es fiel. Él es mi Padre, quien me ama.
El carácter de Dios, que nunca cambia, es Su promesa personal para mí. Y para ti. Podemos estar seguros de quién es Él, incluso cuando no entendemos lo que hace o deja de hacer. He aceptado la verdad de que, si fuera bueno para nosotros tener más información, Dios seguramente nos la daría. Así que el hecho de que Él no nos permita acceso a más detalles me hace saber que tener esa información no es lo mejor para nosotros.
P: ¿Cuál es tu ejemplo favorito de la Biblia sobre cómo aprender a navegar por las luchas con confianza y fe?
R: Uno de mis pasajes favoritos a los que recurro cuando tengo dificultades para confiar en el plan de Dios está en Marcos 14:34-35: "Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad. Yendo un poco adelante, se postró en tierra, y oraba que si fuese posible, pasase de él aquella hora."
Estos versículos me consuelan porque me identifico mucho con las palabras de Jesús. He sentido que no podría sobrevivir a algunas de las circunstancias y desamores que he enfrentado. Y ciertamente le he pedido a Dios que esto pase de mí. Muchas veces le he rogado: "No dejes que esta sea la forma en que va mi historia".
Saber que Jesús comprende profundamente mi dolor y mis luchas me ayuda a confiar en sus enseñanzas de una manera completamente nueva. Todo lo que nos enseña proviene de un conocimiento personal de las heridas que pueden afectar el corazón humano.
El siguiente versículo en Marcos 14:36 es profundo. Jesús dice: “'Abba, Padre,' dijo, 'todo es posible para ti. Aparta de mí esta copa. Sin embargo, no se haga mi voluntad, sino la tuya.'”
Le pide a Dios que cambie el plan, pero en la siguiente frase declara que cambiará su voluntad por la voluntad de Dios.
He comenzado a incorporar este versículo en mi tiempo de oración diaria. Después de hacerle peticiones a Dios, abro mis manos y digo: “Cambio mi voluntad por la tuya porque estoy tan seguro de que Tú lo harás.” Y luego dejo espacio para el misterio de Dios al levantarme de mi oración y recibir lo que Él tenga para mí ese día.
P: ¿Cuál es un ejemplo de tu vida en el que has aprendido a confiar en Dios incluso en medio de la dificultad?
R: Mi maravillosa amiga Lisa falleció rápidamente tras un diagnóstico severo. Estábamos en medio de planear otro viaje juntas, en medio de trabajar en el ministerio. Ella todavía tenía nietos naciendo y aventuras que quería vivir. Y entonces, en medio de toda esa vida, de pronto una enfermedad detuvo todo. Extraño mucho a mi amiga Lisa. No puedo hablar de ella sin llorar. Mientras proceso mi dolor, me he encontrado con preguntas difíciles para Dios:
¿Por qué ella?
¿Por qué esta persona especial que traía tanto bien a cada vida que tocaba?
Ella honraba a Dios con todo su corazón y demostraba el amor de Dios de formas hermosas.
¿Cómo podría algo de esto ser parte de un buen plan?
Mi lucha se ve intensificada por la injusticia de que su vida terminara y por la realidad de que otros, que causan tanta destrucción y maldad, estén físicamente sanos y libres para seguir hiriendo a las personas. Sé que Dios es paciente y quiere que todos se arrepientan y se aparten de su pecado. Y creo que Su paciencia con todos nosotros es parte de Su bondad.
Pero duele tanto que mi amiga haya sido llevada.
He hecho las paces con el hecho de que no entiendo y no obtendré respuestas a esas preguntas. Pero aún lloro y sigo luchando con lo que me parece tan injusto.
¿Puedes identificarte con esto?
La única forma en la que estoy logrando paz con esto en este momento es volver y preguntarme a mí misma: “¿Qué es verdadero acerca del corazón de Dios?” porque lo que creo sobre la verdadera naturaleza de Dios afectará cómo proceso las cosas realmente difíciles que suceden en la vida.
No entiendo por qué mi amiga Lisa fue llevada, pero esto es lo que si sé: ella amaba a Dios con todo su corazón y tenía una confianza absoluta en el amor de Dios por ella. Para Lisa, confiar en Dios nunca se trató de lo que enfrentaba… sino de una confianza en la fidelidad constante que Él mostró a lo largo de su vida.
El otro día, leí 1 Tesalonicenses 4:13-14, que dice: “Hermanos, no queremos que ustedes se queden sin saber lo que pasará con los que ya han muerto, ni que se pongan tristes, como los que no tienen esperanza. Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios levantará con Jesús a los que murieron en él.”
Lysa no quería este diagnóstico. No quería sufrir. Ella estaba en duelo, y los que la amamos también, pero ninguno de nosotros estaba en duelo como personas que no tienen esperanza. Ver cómo Lisa manejó su dolor y su esperanza fue hermoso. Ella pudo reconocer que su situación era horrible, pero aun así estaba abierta a las alegrías de la vida. Honestamente, en mi mente, estar abierta a las alegrías de la vida incluso en medio de las dificultades me parece una hermosa definición de esperanza. Y si creemos que Dios nos ama tanto que daría a Su único Hijo para morir por nosotros, ¿por qué pensaríamos que Su amor se detendría ante las devastadoras circunstancias de la vida o las cosas que no tienen sentido para nosotros? Su amor no se detiene allí. Así que nuestra esperanza tampoco debería detenerse allí.
Mi oración es que mientras más crea en el amor absoluto que Dios tiene por mí, por Lisa, por todos nosotros... más pueda confiar en Él.
P: ¿Cómo pueden los cristianos empezar a superar los sentimientos de desconfianza o escepticismo hacia Dios?
R: Los pensamientos de duda pueden parecer insignificantes uno por uno, así como nunca mirarías una hormiga y pensarías que podría derribar un gran roble. Pero vi esto mismo cuando un gran árbol cayó debido a una lesión que permitió la entrada de humedad, ablandándolo lo suficiente para que las hormigas lo ahuecaran.
Por favor, escúchenme: no está mal tener dudas, pero es peligroso ser consumido por ellas.
Y al volvernos aún más vulnerables a las tormentas a nuestro alrededor debido a pensamientos que erosionan nuestra fe en Dios. Cada duda que tenemos nos llevará a acercarnos a Dios o a alejarnos de Él. Nos acercamos a Él haciendo lo que ya sabemos hacer: ir a Su Palabra, orar, escucharle y buscar evidencia de Su bondad en medio de nosotros. Y en los momentos oscuros en los que no podemos ver o entender lo que Dios está haciendo, podemos rastrear Su mano de fidelidad en las muchas veces que en el pasado nos sacó adelante en lo que enfrentamos. Él lo hizo antes. Y lo hará de nuevo.
P: ¿Por qué es importante distinguir entre un escepticismo saludable y una duda destructiva cuando se trata de confiar en otras personas?
R: Algunas personas creen que cuando amas a alguien, debes darle una confianza incondicional. Entiendo ese sentimiento. Y desearía que todas las relaciones fueran absolutamente seguras, honestas y en sintonía con lo que la Biblia nos enseña sobre cómo tratarnos unos a otros. Pero todos sabemos que no siempre es así.
En lugar de ignorar las señales de advertencia, necesitamos examinar sabiamente lo que está sucediendo. No está mal tener escepticismo, especialmente cuando una persona ha roto nuestra confianza antes.
Mi consejero Jim Cress me enseñó a “ponte curiosa en vez de furiosa” Hacer preguntas es mucho más saludable que hacer acusaciones destructivas.
Y la forma en que la otra persona reacciona a tus preguntas te dirá mucho. Si se pone a la defensiva y se enoja, es probable que tus preocupaciones sean válidas. Si responde con cuidado y compasión al darte las respuestas que necesitas, suele ser una buena señal de honestidad.
P: ¿Qué consejo práctico ofreces para quienes encuentran difícil confiar en Dios en medio de circunstancias difíciles?
R: En cuanto a confiar en Dios durante circunstancias o temporadas difíciles, he aprendido a preguntarme:
“¿Y si, en lugar de dudar de la bondad de Dios, comienzo a cooperar con Su bondad?”
¿Qué significa cooperar con la bondad de Dios?
Significa notar Su bondad, reconocerla y encontrar una calma placentera en esas pequeñas evidencias. Tal vez no veamos el gran milagro que buscamos hoy. Pero podemos ver Su bondad de otras maneras, aquí y ahora, hoy.
Esto se ha convertido en un aspecto crucial en mi camino. Cuando no veo nada bueno en una situación difícil que estoy atravesando, pienso que Su bondad solo se puede evidenciar si Él hace algo para cambiar esa situación o al menos algo que me asegure que está trabajando en ello.
Pero estoy aprendiendo a ampliar mi visión y reconocer Su bondad en otras áreas de mi vida. Muchas veces olvido que las pequeñas cosas son el resultado directo de nuestro buen Dios Creador. Eso es lo que me ayuda a experimentar Su bondad de fomars muy tangibles. Aquí hay algunos ejemplos de esas pequeñas cosas que me ayudan a recordar la gran realidad de la bondad de Dios:
- La dulzura de un durazno perfectamente maduro
- Música que calma mi mente y me hace suspirar
- El sol que aparece detrás de una nube y me calienta en un día frío
- Luces colgadas entre los árboles del patio, sobre un círculo de amigos alrededor de una fogata
- Una carcajada inesperada, pero profundamente satisfactoria
- El aroma del café de la mañana, de mi flor favorita o de mi postre favorito horneándose
- Observar las olas del mar en un día hermoso, y cómo llegan hasta cierto punto y luego se retiran
Escribe algunas de las evidencias de la bondad de Dios que estas experimentando en cosas pequeñas y cotidianas. Luego, anota con quién podrías compartir esto o a quién podrías regalárselo. Cuando compartimos Su bondad con otras personas, estamos cooperando con Su bondad hacia nosotros.
P: ¿Qué dirías a quienes lidian con el impacto de decepciones o traiciones pasadas en su capacidad para confiar plenamente en Dios?
R: Aquí está la verdad: si alguien tiene dificultades para confiar, es probable que haya una razón. Ya sea que puedan recordar la razón exacta o no, han tenido una experiencia que los hizo retroceder con angustia y dolor. Por supuesto, son reacios o posiblemente resistentes a confiar en las personas, especialmente en aquellas que los han lastimado o les recuerdan a alguien en quien confiaron y los traicionó.
Es lógico que tengan preguntas sobre por qué Dios no detuvo o previno las traiciones que rompieron su corazón. Preguntas como: “¿Cómo puedo confiar en que Dios está a mi favor cuando parece que quien me hirió salió impune?” Yo ciertamente he luchado con esa pregunta.
Pero esto es lo que sé que es verdad... Dios no será burlado. Él está en proceso de tratar con su pecado a Su manera y en Su tiempo. Solo porque sentimos que podría estar ausente la justicia de Dios no significa que este ausente su presencia. Él está contigo hoy y te guiará a través de esto con grandes medidas de misericordia.
Curiosamente, una de las palabras para “confiar” en la Biblia es “batah”. Cuando el objeto de la confianza son las personas, posesiones o estatus, batah casi siempre se usa en un sentido negativo. Pero cuando batah se utiliza hacia Dios, siempre es positivo. Mientras que las personas y otras cosas pueden fallarnos una y otra vez, recuerda que Dios nunca será indigno de confianza. Él siempre es fiel y nunca nos dejará.
Recuerda que el hecho de que Dios nos llame a perdonar no significa que tengamos que confiar automáticamente en aquellos que nos lastimaron. A veces, con personas que no se arrepienten, la desconfianza es la respuesta más apropiada. Encomiéndalos a Dios y date cuenta de que ser cauteloso al confiar en ellos puede ser un signo de sabiduría, no de debilidad.
P: ¿Qué papel juegan la oración y buscar la guía de Dios para superar problemas de confianza?
R: Los humanos que rompen nuestra confianza no tienen el poder de destruir los buenos planes de Dios para nuestras vidas. Pueden tener suficiente influencia en nuestra vida para herirnos y hacernos sentir descarrilados. Incluso podemos pensar que sus acciones han creado tanta destrucción que la vida nunca volverá a ser normal. Pero las personas nunca son más poderosas que Dios.
Si bien siempre habrá brechas en la confianza que tenemos en las personas, no hay brechas en la fidelidad de Dios.
Aquí es donde debemos ser cautelosos. A veces, cuando no entendemos por qué Dios permite el dolor en nuestras vidas, podemos sentirnos desilusionados y dejar de orar y hablar con Él. O podemos sentir la presión de ordenar nuestros sentimientos antes de hablar con Él. Pero Dios quiere que derramemos nuestro corazón en oración sobre lo que nos preocupa. Vemos esto reflejado en el libro de los Salmos.
Hay mucha angustia, miedo y agitación expresados sin la presión de minimizar las dolorosas realidades. Dios no se decepciona de nuestra honestidad con Él. Lo hermoso es que esto es exactamente lo que Él quiere de nosotros. Y a través de nuestras oraciones, lamentos y procesos de vulnerabilidad, Él puede guiar nuestros sentimientos y ayudarnos a no perder la esperanza en un futuro mejor.
P: ¿Cómo puede el entender y abordar los problemas de confianza contribuir a una fe más profunda y resiliente?
R: En última instancia, aquello en lo que no confiamos lo intentaremos controlar. Pero así no es como funciona la fe. A veces me pregunto si gran parte del agotamiento y la ansiedad que sentimos en circunstancias difíciles como los problemas de confianza es porque intentamos constantemente eliminar la fe de nuestra relación con Dios. Cuando confiamos en las personas, buscamos evidencia visible de que es seguro confiar en ellas. La fe no funciona de esa manera. La fe siempre nos hará ansiosos e inseguros a menos que tengamos confianza en la bondad de Dios. Si nos mantenemos firmes en Su bondad y sabemos que todo lo que Él permite de alguna manera fluye de esa bondad, tendremos mucho menos miedo de confiar en Él. La fe en Dios significa estar seguros de Su bondad, incluso cuando lo que permite no se siente bien, no parece bueno o no luce bien en este momento. La fe es nuestra confianza en lo que esperamos. La fe es nuestra certeza de lo que no vemos.
P: Finalmente, ¿qué mensaje de esperanza o ánimo quisieras dejar a los lectores que han sido heridos o dañados por personas en las que alguna vez confiaron?
R: El trauma de tener la confianza rota por personas que pensaste que nunca te traicionarían es algo que altera la vida. Pero no tiene por qué arruinarla. He recorrido el camino del dolor y la sanación durante años. Ha habido mucha consejería. Mucho trabajo interior. Mucha oración y búsqueda. Muchos cambios de perspectiva y sanación. Nueva esperanza. Nuevos descubrimientos. Y encontrar una vida que es tan diferente de lo que pensé que sería mi futuro.
Pero finalmente, darme cuenta de que "diferente" puede ser increíblemente hermoso. Ahora estoy avanzando de formas que nunca pensé posibles. Y tú también puedes hacerlo.
Lysa TerKeurst es presidenta y directora visionaria de Proverbs 31 Ministries y autora de siete éxitos de ventas del New York Times, incluidos Good Boundaries and Goodbyes, Forgiving What You Can’t Forget, y It’s Not Supposed to Be This Way. Disfruta de la vida con su esposo Chaz y sus hijos y nietos. Puedes conectarte con ella en www.LysaTerKeurst.como y en redes sociales @LysaTerKeurst.
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