Revelando los secretos del Apocalipsis
Entrevista con Kirt A. Schneider
El libro de Apocalipsis es uno de los textos más misteriosos y debatidos de la Biblia, rebosante de imágenes vívidas, advertencias profundas y promesas de redención final. Durante siglos, los creyentes han lidiado con su complejo simbolismo y han buscado entender su relevancia para sus vidas. El rabino Kirt A. Schneider, presentador de Discovering the Jewish Jesus, aporta una perspectiva única a este libro profético, combinando su comprensión de las Escrituras Hebreas, la cultura judía y la teología cristiana.
En The Book of Revelation Decoded Revised Edition (El libro de Apocalipsis descifrado, edición revisada), el rabino Schneider ofrece ideas que iluminan la narrativa bíblica, revelando cómo las antiguas tradiciones y profecías judías pueden profundizar nuestra comprensión de los últimos tiempos. A través de sus enseñanzas, busca equipar a los creyentes para interpretar las señales de los tiempos y vivir con fidelidad en medio de los crecientes desafíos culturales y espirituales.
En esta sesión de preguntas y respuestas, el rabino Schneider aborda algunas de las preguntas más apremiantes sobre el Apocalipsis y su aplicación a nuestro mundo moderno. Desde la interpretación de la decadencia moral en la sociedad hasta la comprensión del Anticristo, el arrebatamiento y el reino milenario, sus respuestas revelan la riqueza del plan redentor de Dios, tal como fue anunciado tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Sumerjámonos en este diálogo esclarecedor y descubramos lo que la Palabra de Dios tiene que decir sobre los días venideros y cómo podemos preparar nuestros corazones para la venida de Cristo.
P: ¿Cómo deben los creyentes interpretar las señales de los tiempos, como la decadencia moral en nuestra cultura, a la luz de la profecía bíblica sobre los últimos tiempos?
R: La Biblia es muy específica sobre el hecho de que la decadencia y el colapso moral son un fenómeno de los últimos tiempos. Pablo dijo: “Debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles” (2 Tim. 3:1). Luego enumera varias de las rupturas morales que veríamos en la sociedad: el odio mutuo, la división, el egoísmo, la exaltación del yo por encima de Dios. Estamos viendo todas estas cosas.
También estamos viendo el completo descarte de la verdad. En lugar de afirmar el sexo biológico con el que somos creados, ahora creemos que tenemos el derecho de elegir nuestro propio género. Una de las mayores iniciativas en los tiempos modernos es el movimiento LGBTQ, que borra por completo el sello de Dios del género, la identidad más básica del ser humano, en Su creación.
El hecho de que ahora estemos enseñando la evolución en los sistemas escolares y ni siquiera demos lugar al argumento del diseño inteligente, de que Dios creó los cielos y la tierra, es otro indicador de que estamos entrando en la profunda oscuridad de los últimos tiempos.
P: Muchos cristianos tienen preguntas sobre el Anticristo. ¿Qué sabemos sobre quién será el Anticristo y cómo llegará al poder?
R: El Anticristo llegará al poder durante un tiempo de desesperación. La gente se sentirá atraída por una figura carismática y fuerte que crean que puede resolver los problemas que el mundo estará enfrentando. No parecerá ser malvado. Adolf Hitler nos da una buena sombra de cómo será esto. Hitler llegó al poder lentamente cuando Alemania se encontraba en un momento muy desesperado. Habían perdido el orgullo nacional al perder la Primera Guerra Mundial, y su economía estaba en un estado de hiperinflación y caos. Así que estaban maduros para alguien que pareciera fuerte y fuera convincente. Hitler al principio prometió la paz, pero por supuesto sabemos lo que pasó.
De esta misma forma surgirá el Anticristo. El emergerá en un momento en que haya muchos problemas y la gente esté desesperada. Surgirá una figura carismática y fuerte que engañará a las masas y llevará a la gente a la era más malvada que el mundo haya visto jamás.
P: El rapto es una fuente de mucho debate entre los cristianos. ¿Cómo su comprensión de las Escrituras Hebreas y la cultura judía arroja luz sobre este evento?
R: El rapto es el evento glorioso en el cual Dios sacará a la iglesia del mundo. Nos encontraremos con Jesús en el aire y seremos transportados al cielo. Aunque la palabra "rapto" nunca se usa en las Escrituras, su significado proviene de dos versículos en 1 Tesalonicenses, en los que Pablo dice: “Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tes. 4:16–17, énfasis añadido).
Durante años, los creyentes han debatido exactamente cuándo tendrá lugar el rapto y si la iglesia estará en el mundo o será arrebatada fuera de él durante la tribulación. El libro más profundo de la Biblia sobre los últimos tiempos es el libro de Apocalipsis. Veintiocho veces en el Apocalipsis, a Yeshua se le menciona como el Cordero. Esto nos remite al libro del Éxodo, donde Israel fue liberado por la sangre del cordero. Para entender el libro de Apocalipsis y la secuencia de los eventos de los últimos tiempos, necesitamos hacerlo a través del lente del éxodo.
El antiguo éxodo de Israel fuera de Egipto es un prototipo de la iglesia siendo arrebatada del mundo cuando caigan las "plagas" descritas en el Apocalipsis. Cuando Dios juzgó a Egipto en el libro del Éxodo, envió diez plagas. No es coincidencia que muchas de estas plagas sean virtualmente idénticas a los juicios que se desatarán sobre la tierra durante la gran tribulación. Las plagas que cayeron sobre Egipto localmente durante el éxodo caerán sobre el mundo globalmente durante la tribulación.
¿Dónde estaba el pueblo de Dios, los hijos de Israel, durante las diez plagas en el libro del Éxodo? Estaban en Egipto. El Señor no los sacó antes de comenzar a enviar juicios sobre Egipto; mantuvo a su pueblo allí todo el tiempo. Sin embargo, también los mantuvo a salvo, protegidos e ilesos durante cada una de las plagas. Eso no quiere decir que los israelitas no sintieran los efectos de los juicios de Dios sobre Egipto. Vivían en la misma tierra, por lo que ciertamente sintieron los efectos de una economía dañada por el río Nilo convertido en sangre, la escasez de ganado y las cosechas arruinadas. Y, sin embargo, Dios siempre proveyó y protegió al más de un millón de israelitas que vivían hombro con hombro con sus vecinos egipcios.
Así como Israel estuvo en Egipto cuando cayeron las plagas, creo que el pueblo de Dios estará en la tierra durante la tribulación hasta que se liberen las diez copas de la ira. (Ver Apocalipsis 16:1 y The Book of Revelation Decoded Revised Edition para más información). Dios protegerá y proveerá sobrenaturalmente para aquellos que se nieguen a jurar lealtad al Anticristo tomando la marca de la bestia o adorando su imagen. Al igual que los israelitas en Egipto, sentirán los efectos de las plagas de los últimos tiempos; la vida no será color de rosa mientras quienes los rodean sufren. Por el contrario, los creyentes tendrán que depender de la provisión y protección sobrenatural del Señor a diario. Pero el Señor es fiel, y Él proveerá, tal como lo hizo con los hijos de Israel, que vivían en Egipto cuando las plagas estaban cayendo.
P: ¿Puede explicar el reino milenario descrito en el Apocalipsis? ¿Cómo se conecta la comprensión hebrea del pacto de Dios con Israel con este período de paz?
R: El reino milenario es un período de mil años en el que la autoridad, el shalom y el orden de Dios reinan sobre la tierra antes de que los creyentes entren en los nuevos cielos y la nueva tierra. Es descrito por el profeta Isaías:
Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro, el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
—Isaías 11:6–9
Durante este tiempo, el mal será refrenado por el poder manifiesto de Dios gobernando sobre la tierra, como leemos en Apocalipsis 20:1–3:
Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo y una gran cadena en su mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
Jerusalén será la sede desde la cual la autoridad de Dios gobernará el mundo.
P: ¿Existen otras festividades hebreas que proporcionen una visión profética sobre los eventos de los últimos tiempos o la cronología del plan redentor de Dios?
R: La Fiesta de las Trompetas, conocida en hebreo como Yom Teruah (“Día de Aclamación/Toque”) o Rosh Hashaná, es una sombra del rapto. La primera de las tres festividades de otoño, la Fiesta de las Trompetas, estaba marcada en el antiguo Israel por el toque de las trompetas, o el shofar. En la Torá, el toque de las trompetas a menudo precedía a los momentos en que Dios se revelaba o estaba a punto de intervenir en favor de su pueblo. En Éxodo 19, la primera vez que los israelitas como nación se encontraron con Yahvé, el Señor se anunció a si mismo con el toque de una trompeta que procedía del cielo (vv. 10–20).
Durante el rapto, cuando Jesús regrese con el sonido de una trompeta desde el cielo, aquellos que no estén preparados para recibirlo temblarán con un miedo indescriptible. Pero aquellos de nosotros que estemos listos para ver a nuestro Dios ascenderemos y nos encontraremos con el Mesías en el aire, tal como lo hizo Moisés cuando subió a la montaña para encontrarse con Dios después de escuchar sonar el shofar celestial.
En 1 Tesalonicenses 4:16–17, Pablo escribe: “Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor”. Y Pablo dice en otro lugar: “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados” (1 Cor. 15:52).
Tanto en el pasado como en el futuro, el sonido del shofar anuncia la presencia manifiesta de Dios. Por lo tanto, la Fiesta de las Trompetas llama a los creyentes a estar alerta y preparados. La próxima vez que Dios haga sonar su trompeta desde el cielo, señalará el regreso del Mesías. En ese momento, su gloria se manifestará plenamente a todo el mundo.
También hay otras correlaciones, y las exploro en The Book of Revelation Decoded Revised Edition.
P: El regreso de Jesús es la esperanza central de la fe cristiana. ¿Qué podemos aprender de los profetas hebreos sobre las circunstancias que preceden a su regreso?
R: Antes del regreso del Mesías, habrá una gran guerra mundial en el Medio Oriente, e Israel y Jerusalén estarán en el centro. Zacarías 12:2–3 dice: “He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén. Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.”
Luego leemos en Zacarías 14:3–5:
Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos.
No especularé sobre si la guerra actual en Israel es el inicio de esta batalla de los últimos tiempos, pero está claro que vivimos en un período preparatorio que conduce al regreso del Mesías. Yeshua podría venir en nuestro tiempo de vida, y debemos vivir como si así fuera.
P: ¿Cómo pueden los cristianos discernir las falsas enseñanzas y los falsos mesías en estos últimos días?
R: Cualquier evangelio o enseñanza que no haga centrales el arrepentimiento, a Jesús y su cruz, no es el verdadero evangelio. Pablo dijo: “Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gál. 1:8). El libro de Romanos describe cuál es el verdadero evangelio. Pablo comienza este libro enfatizando la gravedad del pecado y sus consecuencias. Luego presenta a Jesús el Mesías y llama a la humanidad a arrepentirse (volverse a Él) y ser transformada. Esto implica renunciar al pecado, negarnos a nosotros mismos y elegir en su lugar amar y obedecer al Señor. Este es un desafío diario. Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mat. 16:24). La verdadera fe nos llama a la rendición.
P: En su libro, explora los juicios en el Apocalipsis. ¿Cómo reflejan estos juicios la justicia de Dios y cuál es su propósito final?
R: Dios es tanto misericordioso como justo. Él perdona el pecado, pero finalmente trae juicio sobre aquellos que no se arrepienten y no responden a su invitación a la misericordia. El pecado debe ser pagado. Podemos recibir a Jesús haciéndolo nuestro Señor y, al hacerlo, permitir que su muerte se convierta en el castigo por nuestro pecado, o podemos sufrir el castigo por nuestros pecados incurriendo en el justo juicio de Dios sobre nosotros mismos. No es suficiente simplemente decir "lo siento". El pecado debe ser pagado. Sin derramamiento de sangre, no hay remisión de pecados (Heb. 9:22). O aceptamos el sacrificio de Jesús y dejamos que su sangre cubra nuestros pecados, o cargamos con el castigo nosotros mismos.
El Señor reveló tanto su misericordia como su justicia en la revelación más asombrosa de sí mismo en el Antiguo Testamento:
Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él [Moisés], proclamando el nombre de Jehová. Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
—Éxodo 34:5–7
El Dios del Antiguo Testamento es el Dios del Nuevo. Él es “misericordioso y piadoso” así como justo. No quiere que nadie perezca, sino que “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Tim. 2:4; ver también 2 Pedro 3:9).
P: ¿Qué papel jugará Israel durante los días del Anticristo y la tribulación?
R: Nuevamente, la historia de Israel es el lente a través del cual necesitamos entender la profecía de los últimos tiempos.
Curiosamente, el Shemá, una palabra hebrea que significa “escucha, atiende y obedece”, es la declaración de fe más famosa del judaísmo e incluye las palabras de Deuteronomio 6:6, 8 (énfasis añadido):
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. …Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos.
Nótese que las palabras de Dios deben estar atadas en la mano y en la frente, los mismos lugares donde las personas que no están en relación con el Mesías Yeshua recibirán la marca de la bestia.
Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.
—Apocalipsis 13:16–18, énfasis añadido
P: ¿Cómo se conecta la representación de la Nueva Jerusalén en el Apocalipsis con las visiones proféticas de la Biblia Hebrea?
R: Isaías 65:17 habla de esto: “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.”
P: ¿Qué pasos específicos pueden tomar los cristianos para permanecer fieles y esperanzados mientras enfrentamos una creciente oscuridad en el mundo?
R: Debemos desarrollar disciplina en cada área de nuestras vidas. Pablo nos anima a disciplinarnos con el propósito de la piedad y usa la ilustración de un atleta que entrena (1 Tim. 4:7–8; 1 Cor. 9:24–27). Esto incluye comenzar cada día pasando tiempo en la Palabra, sentándonos en silencio ante el Señor, pensando, orando y comprometiéndonos con Él. Significa elegir ver, escuchar y leer cosas que sean edificantes. Implica disciplinar nuestro hablar y estar en relación con las personas adecuadas. En una frase, es aferrarse a su Palabra y no dejar que nada más entre. No estamos aquí para jugar y recrearnos. Cada día es una batalla con el mundo, la carne y el diablo. Pensemos como guerreros.
P: ¿Qué ideas proféticas le ha mostrado Dios sobre el próximo capítulo de su plan divino para la humanidad?
R: La Escritura es claras sobre lo que sucederá a continuación. Aunque muchos tienen puestas gafas de color de rosa, Estados Unidos y el mundo entrarán en tiempos muy turbulentos, y pronto. A esto se le conoce en la Biblia Hebrea como “la angustia de Jacob”, y el Nuevo Testamento se refiere a ello como la gran tribulación. Necesitamos mantener nuestros ojos en nuestro Salvador, “esperando y apresurándonos para la venida del día de Dios” (2 Pe. 3:12). Es solo a su regreso que el Padre unirá “todas las cosas en Cristo, las que están en los cielos, como las que están en la tierra” (Ef. 1:10). Muchos están esperando que vuelvan “los buenos viejos tiempos”, pero el único camino hacia adelante es Cristo y la culminación del buen plan de Dios en el regreso del Mesías. Hagamos eco al llamado del Espíritu y la novia al final del libro de Apocalipsis: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven” (Ap. 22:17). ¡Ven pronto, Señor Jesús
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