Entrevista con Jentezen Franklin
P: ¿Cómo pueden los cristianos mantener una perspectiva celestial/eterna cuando el mundo a su alrededor parece estar en constante agitación?
R: Ese siempre es el objetivo, ¿verdad? Ver todos los desafíos y luchas de la vida a la luz de la eternidad, lo que significa que no hay prueba, dificultad o incluso pérdida que sea definitiva o fatal. La vida no es más que una breve parte de un plan eterno.
“Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? Oh sepulcro, ¿dónde está tu victoria?” – 1 Corintios 15:55
Satanás viene a robar, matar y destruir, y su meta es distraer, desanimar y desarmar a cada hombre, mujer y niño. La poderosa verdad de aquel maravilloso himno antiguo sigue siendo tan verdadera hoy como cuando fue escrito:
“Pon tus ojos en Cristo, tan lleno de gracia y amor (no en tus circunstancias, no en la locura del mundo), y lo terrenal sin valor será, a la luz del glorioso Señor.”
P: ¿Cuáles son algunas formas prácticas en que los creyentes pueden cambiar su enfoque de los problemas del mundo hacia las verdades eternas?
R: Regresa a los principios básicos que se encuentran en estas preguntas transformadoras:
- ¿Estás leyendo tu Biblia? La respuesta a cada pregunta que tienes puede ser hallada en la Palabra de Dios.
- ¿Estás pasando tiempo diariamente en oración? No puedes conocerlo si nunca le hablas; si nunca le presentas tus preguntas; si nunca lo adoras en adoración privada y tiempo devocional con Él.
- ¿Estás plantado en la casa de Dios? No puedes crecer si no estás plantado.
- ¿A quién estás sirviendo? Servir a otros crea un cambio de enfoque fuera de ti mismo y hacia los demás. Hay gozo y un sentido de propósito que el servir a otros trae a tu espíritu.
- ¿Estás dando? La Biblia nos ordena dar, y no puedes caminar en desobediencia y encontrar paz. La generosidad trae un gozo y una paz que nunca podrías proporcionarte tú mismo.
P: ¿Cuáles son algunas promesas específicas de las Escrituras a las que recurres cuando enfrentas tiempos difíciles o inciertos? ¿Cuál es la conexión entre las promesas de Dios y encontrar paz en nuestros corazones, incluso cuando el mundo se siente inestable?
R: Casi todo ataque del diablo o prueba que la vida trae puede clasificarse en una de tres categorías: plaga, guerra o hambruna. Las plagas pueden ser cualquier problema de salud (físico o mental); la guerra se refiere a cualquier pelea o conflicto (celos, problemas matrimoniales o cualquier problema relacional con familia o amigos); la hambruna es cuando careces de necesidades básicas (alimentos, ropa, transporte o vivienda).
La buena noticia es que Dios tiene promesas para las tres áreas. No importa por lo que estés atravesando, puedes estar seguro de que a Dios le importa y quiere responder tu oración. Como dijo Jesús en Juan 16:23: “De cierto, de cierto os digo que todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará.”
Aquí hay algunos versículos que pueden animarte en cada categoría de pruebas:
Plaga: Éxodo 15:26, Salmo 91, 1 Pedro 2:24
Guerra: Mateo 5:9, Filipenses 4:6-7, Romanos 12:18
Hambruna: Salmo 37:25, Mateo 6:19-33, Filipenses 4:10-20
La conexión entre las promesas de Dios y encontrar paz se encuentra en Romanos 10:17:
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Cristo.”
¡Necesitamos fe para creer que Dios es bueno, que se preocupa por nosotros y que tiene un plan para nosotros! A pesar de la inestabilidad en el mundo, la fe viene cuando intencionalmente buscamos la Palabra de Dios.
P: ¿De qué maneras podemos vivir en la práctica nuestra fe y reflejar la esperanza de la Navidad a quienes nos rodean en esta temporada navideña?
R: En cada temporada —buena o mala, alta o baja— aquellos de nosotros que hemos sido salvados a una nueva vida debemos reflejar la esperanza que tenemos por medio de la salvación en Jesucristo. Necesitamos llevar esta confianza en nuestro rostro y expresarla en cada interacción que tengamos aquí en la tierra. Como hijos de la Luz y no de las tinieblas, portamos esperanza, especialmente en Navidad, en cada esfera de influencia hacia aquellos que no conocen a Jesús. Nuestras vidas deben apuntar a los perdidos hacia la salvación a través de un Dios real, que se preocupa, y que todo lo sabe.
La esperanza de la Navidad es simplemente esta: que Cristo murió por todos para que nadie tenga que perecer por incredulidad. La “esperanza” nació en este mundo y fue envuelta en pañales y acostada en un pesebre, cumpliendo profecías y activando el plan de Dios de salvación para cada hombre, mujer y niño.
P: Al acercarnos al Año Nuevo, ¿qué pueden hacer los cristianos para cultivar un sentido más profundo de esperanza y gozo, a pesar de lo que está ocurriendo en el mundo? ¿Cómo pueden los creyentes anclarse en la esperanza inmutable de Jesús, sin importar lo que traiga el futuro?
R: Creo que no hay mejor ancla para comenzar tu Año Nuevo que con ayuno y oración. En Free Chapel comenzamos cada año con un ayuno de 21 días que puede ser solo con agua o jugos, o el ayuno de Daniel, que consiste solo en frutas y verduras. Lo hacemos al inicio del año porque marca el tono para el resto del año.
P: ¿Qué consejo le darías a alguien que se siente desesperanzado o abrumado por el estado actual del mundo?
R: Abrumado y ansiedad son palabras que se escuchan a diario, tanto en la iglesia como en el mundo. Aquí, viviendo en las secuelas de una elección y con tanta persecución religiosa y división en el mundo, puede parecer que las cosas están fuera de control. Por eso me encanta que el Señor provea un plan —una alternativa simple pero profunda. Él dice esto: Echa todas tus cargas (ansiedades) sobre Él. Él quiere llevar esa carga. Dios llevará esa carga si simplemente la colocas en Sus capaces manos.
También por eso Él dice una y otra vez en las Escrituras: “No temas” o “Sé fuerte y valiente.” La batalla pertenece al Señor. TUS batallas pertenecen al Señor. Él nunca te envía solo. De hecho, las últimas palabras que dijo en esta tierra fueron estas:
“Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).
