Entrevista con Jentezen Franklin
- ¿Qué te inspiró a escribir "Algo más grande"?
Leí un discurso que se remonta a 1869, cuando un hombre llamado Russel Conwell lo escuchó de un guía árabe mientras viajaba por el río Éufrates en el Medio Oriente. La historia inspiró tanto a Conwell que comenzó a compartirla con otros. Todos los días tomamos decisiones sobre cómo viviremos nuestras vidas, pero con demasiada frecuencia buscamos demasiado rapido respuestas "allá afuera" cuando todo lo que necesitamos está justo donde Dios nos ha plantado. La idea de que el pasto es más verde allá afuera es una idea falsa. Como Conwell, quería inspirar a otros a crecer en lo que Dios tiene para ellos.
- ¿Por qué es un gran problema cuando las personas subestiman el lugar donde Dios los ha colocado?
Es más fácil imaginar lo que podría ser que echar raíces. Y podemos aburrirnos de lo que vemos todos los días si no nos mantenemos conectados con el Señor a través de Su Palabra, la oración y la iglesia.
- ¿Qué tan importante es que entendamos la diferencia entre el tiempo de Dios y el nuestro?
La victoria fue la promesa para la nación de Israel. Es la misma promesa para ti hoy. Dios te llevará a través de una tormenta y descubrirá un potencial oculto. Pero hay esta cuestión del tiempo. Observa cómo se desarrolla en las Escrituras: poco a poco. No es instantáneo porque Dios lo hacho deliberadamente así. La victoria vendrá poco a poco. Así que quédate justo donde estás. Permanece donde Dios te ha puesto. Y anclate bien en Jesucristo, la roca de nuestra salvación. Por incómodo y tormentoso que sea, Él te está llevando a la libertad poco a poco.
- ¿Cuál es el poder del ahora?
El ayer ha terminado. El pasado es pasado y ya fue. Nunca lo tendrás de vuelta. Pero si lo permites, ese ladrón te robará la alegría del hoy haciéndote vivir en la vergüenza, el dolor o incluso el éxito de ayer. Estás viviendo donde Dios te quiere.
Si el ladrón del ayer no logra robar tu alegría, el ladrón del algún día intentará hacerlo. Cuando te obsesionas en el futuro - lo que podría o no suceder - estás fallando en darte cuenta del poder del ahora. El salmista escribió: "Este es el día que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él" (Salmo 118:24). No puedes hacer nada acerca de tu pasado, pero puedes reescribir el resto de tu vida.
- ¿Cómo utiliza Dios nuestras pruebas para afilar y prepararnos en el camino a cumplir nuestro propósito?
Siempre habrá tiempos difíciles mientras estemos en la Tierra, pero las pruebas no son el momento de arrancar raíces y huir, ya que arrancar las raíces puede matar el árbol, y las decisiones tomadas en tiempos difíciles se hacen con prisa. Las temporadas difíciles son el terreno fértil para el crecimiento y el avance de la misma manera que el clima y el viento hacen que un árbol sea más fuerte.
- ¿Qué debemos hacer para conquistar la voz en nuestra cabeza que se vuelve tan fuerte durante las temporadas difíciles?
Ya sea que te amargues con las personas o con Dios, es fácil dejarse tumbar por una raíz de amargura. Tú decides cómo se activan y crecen tus células espirituales (o no). Elige no dejar que esas situaciones cultiven una raíz de amargura en tu alma. Cuando seas tentado a permitir que la amargura ocupe espacio, sé intencional. Ora en voz alta: "Dios, sé que lo que se envió podría amargarme, pero hoy elijo confiar en Ti".
- Háblanos sobre la importancia de estar plantados, especialmente en tiempos difíciles.
El enemigo estaría más que encantado de que retrocedas ahora en lugar de mantenerte y descubrir tu verdadero potencial. Quiere que te rindas. Quiere que te muevas del lugar o de las personas a la que Dios te ha llamado. Quiere que pienses que tu situación es imposible. Debes saber que Dios es fiel para completar lo que comenzó (Filipenses 1:6). Él terminará la obra que comenzó en tu vida.
- En tu libro, hablas de agradecer a Dios por las puertas que no abrió. ¿Por qué es importante?
A menudo, cuando Dios cierra una puerta, es para nuestra protección. No puedo decirte cuántas puertas habría derribado, pensando que debía hacer algo que en realidad no era parte del plan de Dios. Si algo no funciona después de que has orado por ello, adivina qué, Dios acaba de cerrar una puerta. No para castigarte o hacerte daño, sino para protegerte.
- Cuéntanos sobre la importancia de estar anclados.
Para poder permanecer donde Dios nos ha llamado, tenemos que estar anclados justo donde estamos. Si no estamos adecuadamente anclados, nos alejaremos demasiado. Anclémonos a Jesucristo, la roca de nuestra salvación. Aunque sea incómodo y tormentoso, Él nos está llevando a la libertad poco a poco.
- Cuando te enfrentas a una situación difícil, es fácil caer en pensamientos negativos. ¿Cómo es que la espera en expectativa se convierte en el antídoto para eso?
El poder de la expectativa salta en Hechos 3. Aquí aprendemos sobre un hombre que era cojo desde el nacimiento. Lo llevaban diariamente al Templo para mendigar limosna. En este día en particular, se encontró con Pedro y Juan. He escuchado muchos sermones predicados diciendo que lo que sucedió a continuación dependía de Pedro y Juan, que vieron al hombre y dijeron: "No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda" (verso 6). Pero creo que la expectativa sincera del hombre fue el ingrediente más importante en el milagro. La expectativa es el terreno fértil para los milagros. Tus mayores milagros no están detrás de ti. Así que no mires hacia atrás, mira hacia adelante. Entiende que algo va a suceder que aún no has visto. Tienes que seguir adelante. ¡Tienes que ponerte de puntillas con un espíritu de expectativa!
- Cuéntanos sobre algunos de los pozos que debemos cavar en nuestra vida y por qué son importantes.
En la Biblia, Abraham había construido pozos para él y su familia. El clima del Medio Oriente es caluroso y seco. Excavar pozos era difícil, por decir lo menos. Vas a descubrir el secreto para el avivamiento en tu familia al desenterrar algunos pozos enterrados. Aquí hay cuatro pozos que necesitas cavar para encontrar lo mejor de Dios para ti, para tu familia y para las generaciones venideras:
- El pozo del sacrificio
- El pozo de la disciplina
- El pozo del tiempo de calidad
- El pozo de la fidelidad
- ¿Cuál es el mensaje más importante que esperas que la gente saque al leer tu libro "Algo más grande"?
Quédate donde Dios te ha plantado. Echa raíces y crece.
- ¿Puede compartir un ejemplo de alguien en la Biblia que decidió conformarse con menos que lo mejor de Dios para su vida?
Cuando Moisés envió a los doce espías a explorar la Tierra Prometida, les pidió que trajeran algo de fruta. Los espías trajeron uvas del tamaño de sandías. ¡Qué imagen! Pero los espías no capturaron esa imagen. En cambio, volvieron hablando del tamaño de los gigantes. Esa es la imagen en la que se enfocaron. Deberían haber regresado viendo la imagen de la tierra fértil que Dios les había prometido.
- ¿Cuál es la mentira más grande que la gente cree acerca de su propósito y cómo les impide cumplir con su destino dado por Dios?
Confiar solamente en lo que se "ve". Es fácil perder la alegría cuando no puedes ver cosas buenas donde Dios te ha llamado a quedarte. Es parte de la naturaleza humana. Cuando estamos en un valle, el enemigo quiere secar nuestro gozo. ¡Pero me niego a permitir que un pecador se divierta más en su pecado que yo en mi justicia a través de Cristo Jesús! No dejes que el diablo te seque. No te vuelvas inseguro o desanimado sólo porque tus circunstancias parecen diferentes de lo que crees que Dios te ha prometido. En su lugar, aviva tu gozo. Si la mano del Señor te lleva a un lugar bajo, recuerda que el gozo del Señor es tu fortaleza (Nehemías 8:10). Fortalécete en Él cuando estés en un valle. Ora. Medita en su Palabra.
- ¿Cuál es la lección más valiosa que Dios te ha enseñado sobre cómo cumplir tu destino?
La vida es difícil. Las pruebas nos desvían. Los problemas vienen y van. La lucha es real. Pero también lo es el Cielo. Esto debería llenarnos de gozo y esperanza. No importa lo que suceda en esta vida, aquellos que creen en Jesús recibirán la bendición última de Dios, Su mejor regalo para nosotros: la vida eterna con Él en el Cielo.
