Entrevista con Denise Renner
P: Ha sido esposa, madre y abuela junto con su ministerio internacional. ¿Cómo han moldeado estos roles su comprensión del propósito de Dios en su vida?
R: Ya seas esposa, madre, abuela o ministra, siempre deseas tener un fruto que permanezca. La vida, para todos nosotros, tiene desafíos y demandas y nos exige acudir constantemente a Dios si queremos tener un fruto duradero. Es lo mismo para cada rol. Enfrentarás desafíos en el ministerio, y también enfrentarás desafíos como esposa, madre y abuela. Pero si quieres tener buen fruto, debes obtener alimento, fortaleza y corrección de Dios. Su provisión para nosotros, a través del Espíritu Santo que siempre mora en nosotros, es superabundante para hacer el trabajo y ayudarnos a tener una vida fructífera.
P: Como mentora de mujeres durante más de 25 años, ¿qué ha aprendido sobre los desafíos y llamados únicos que enfrentan las mujeres en el mundo de hoy?
R: He aprendido que todas tenemos un enemigo, pero también todas tenemos un Campeón que vive dentro de nosotras. Los desafíos a nuestra visión y a lo que deseamos como mujeres parecen ser los mismos en todo el mundo. Muchas se preguntan: “¿Cómo puedo seguir confiando en Dios en mis dificultades, seguir amando a los demás, seguir dando gracia a otros y no renunciar a la victoria que está a la vista?”. Y yo les diría: el enemigo se siente intimidado por el poder de Dios en ti. Aunque intentará lanzarte muchas cosas para detenerte, Gálatas 6:9 dice: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”. ¿Qué he aprendido entonces? ¡No te rindas!
P: Equilibrar la familia, el ministerio y el crecimiento personal puede ser un desafío. ¿Cómo ha aprendido a priorizar su relación con Dios mientras cumple con todas sus responsabilidades?
R: He aprendido a priorizar mi relación con Dios levantándome temprano y dedicándole tiempo a Él a primera hora de la mañana. Él tiene todas las respuestas a todas mis grandes preguntas. Él conoce todos mis problemas, inseguridades y fortalezas; ¡incluso sabe lo que voy a decir antes de decirlo! Él entiende que soy una sola persona, pero a veces siento que tengo que ser tres o cuatro, dependiendo de la circunstancia, y Él sabe que la vida tiene estaciones o temporadas. Él las creó en la naturaleza y en nosotros. Pregúntale en qué estación te encuentras ahora, abraza Su instrucción y dirección con todo tu corazón, y haz lo mejor que puedas, pero no seas dura contigo misma. ¿Cómo puedes mantener a Dios en primer lugar? Hazlo a propósito y escúchalo cada día.
P: En su experiencia, ¿cuáles son las verdades bíblicas más importantes que las mujeres deberían aplicar a sus relaciones, matrimonios y vida diaria?
R: Hay dos verdades bíblicas que son muy importantes para aplicar en tu vida diaria. La primera se encuentra en Filipenses 2:14, que dice: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas”. La mayor parte de las personas, si quieren quejarse de algo, suelen encontrar una razón para hacerlo. Si ves a una persona quejumbrosa, rara vez la verás feliz o agradecida. Sin embargo, si ves a una persona agradecida, rara vez la verás quejándose y la mayor parte del tiempo está feliz. Cuando escasea el agradecimiento y abunda la queja, puede afectar realmente tus relaciones, tu salud y tu vida diaria de manera negativa. Pero cuando te encuentras en un nivel alto de agradecimiento y sin quejas, puedes abrirte a un mundo de todo tipo de hermosas posibilidades. La segunda verdad bíblica es Efesios 4:32: “…sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. Hubo un par de años en los que leí este versículo todos los días. Estas palabras me mantuvieron libre, amable y sin amargura mientras meditaba en ellas diariamente, y aprendí a perdonar. Esta decisión de perdonar ha mantenido mucho dolor y enfermedad fuera de mi vida, y también ha mantenido la puerta abierta para innumerables bendiciones en todo tipo de relaciones en mi vida, más de las que puedo contar.
P: Mirando hacia atrás en su viaje desde los EE. UU. hasta la antigua Unión Soviética, ¿cuál ha sido uno de los momentos más decisivos en su fe y ministerio?
R: Durante más de tres décadas, hemos estado sirviendo en la antigua Unión Soviética, pasando nueve años en Letonia y 25 años en Rusia. Ha habido muchas oportunidades más allá de lo que hubiera podido imaginar, como cantar en el palacio del Kremlin con una orquesta de 85 músicos. Rick y yo hemos tenido el privilegio de ver a nuestros tres hijos casarse y de recibir a tres hermosas nueras rusas, que nos han dado ocho nietos rusos. Ha habido tantos eventos maravillosos en nuestras vidas, pero para mí personalmente, también ha habido muertes de queridos amigos aquí en Moscú, desengaños y traiciones, y muchas oportunidades para perdonar y seguir adelante. Yo diría que si hay algo que ha desempeñado un papel muy significativo en mi vida es Mateo 6:34, que dice: “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”. Cada día es un regalo, y nosotros decidimos qué pondremos en él y qué sacaremos de él. Aunque cada uno de nosotros tiene desafíos diferentes, todos tenemos las mismas 24 horas para trabajar, y nosotros decidimos cómo las usaremos.
P: Siguiendo la dirección del Señor, trasladó a sus hijos pequeños a la Unión Soviética para ministrar en un entorno desafiante. ¿Qué aprendió sobre confiarle a Dios sus hijos durante ese tiempo?
R: He aprendido que si estás haciendo lo mejor que puedes y confiando en Dios, Él cuidará de tus hijos. Hubo momentos en los que, debido a los desafíos de educar a nuestros hijos mientras nos mudábamos a otro país con un idioma diferente, no sabía si mis hijos serían capaces de leer. Pero Dios es tan fiel, y hoy leen y escriben en múltiples idiomas y son líderes asombrosos. Es muy importante que hagamos lo mejor que podamos y confiemos en Dios porque Él hará lo imposible. Soy testigo de la fidelidad de Dios, y como dice en Efesios 3:20, Él es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.
P: ¿Cómo ha visto evolucionar los roles de las mujeres en el ministerio y la Iglesia a lo largo de los años, y cómo anima a las mujeres a abrazar sus llamados dados por Dios?
R: Para que abraces tu llamado dado por Dios, debes decidir cuál es ese llamado, escuchar a Dios, tener confirmación en tu corazón, y luego poner la mano en el arado y no mirar atrás. También es importante que las mujeres sean sensibles a la estación o temporada en la que se encuentran. Los llamados que tienes dentro no desaparecerán porque tengas hijos pequeños, tu esposo te necesite a su lado o termines cuidando a un ser querido enfermo. Debes saber que esos llamados y dones en ti son irrevocables, y solo crecerán y germinarán dentro de ti mientras cuidas a otros, te dejas a ti misma a un lado y manejas los desafíos que llegan a tu vida. Los cambios de estación o temporada para una mujer son, muchas veces, como puertas abiertas que nos dirigen a los llamados que Dios ha puesto en nuestros corazones. Sé sensible a Su voz y guía, aprende a entender cuándo están cambiando las estaciones y temporadas y abraza cada una de ellas con todo tu corazón y alma. Dios tiene una manera de prepararnos y fortalecernos para nuestro llamado cuando ni siquiera lo estamos buscando o esforzándonos por él, y Él se moverá de maneras poderosas para situarte en tu llamado, moviendo situaciones y personas para ponerte justo donde fuiste llamada a estar desde el principio.
P: El Día de la Madre es un momento especial para reflexionar sobre el papel de las madres. ¿Qué consejo tiene para las mujeres que están equilibrando las exigencias de la familia, el ministerio y su propio crecimiento espiritual?
R: Les diría a esas mujeres que hagan de su tiempo a solas con Dios la prioridad. Él les enseñará cómo hacer el resto. No sean duras consigo mismas; simplemente hagan lo mejor que puedan y confíen en Dios, y Él suplirá lo que falte. Verán que Él es fiel.
P: Para las mamás que enfrentan situaciones difíciles o inciertas con sus hijos, ¿qué consejo les daría sobre confiar en Dios con el futuro de sus hijos y saber que Él siempre tiene el control?
R: El consejo que daría se encuentra en Proverbios 3:5: “Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento”. Tu confianza y búsqueda de Dios harán mucho más que todo el tiempo perdido dándole vueltas a las cosas una y otra vez en tu mente y preocupándote. Llena tu corazón y tu mente de cuánto te ama Dios a ti y a tus hijos, y escucha testimonios de cómo Dios ha rescatado a otros niños y ha consolado los corazones de otras madres. Dios se preocupa por tus hijos más que tú, y Él tiene una forma de rescatar que nosotros no conocemos. Haz que sea tu hábito poner siempre a ese hijo en las manos de Dios. Él te mostrará lo que puede hacer cuando quitas tus manos de ese hijo, dejas de preocuparte y lo pones a ese hijo en Sus manos, confiando en que Dios lo rescatará.
P: Como abuela, ¿cómo transmite su fe a la siguiente generación y qué espera que ellos continúen de su legado?
R: Como abuela, mi trabajo es transmitir mi fe a mis nietos. Les leo la Biblia, oro con ellos y les canto. Tengo ocho nietos. Al principio, solo hablaban ruso y mi fluidez era muy deficiente, por lo que había una barrera en nuestra comunicación. Pero de todos modos los llamaba y les hablaba la Palabra a ellos y sobre ellos, e hice lo mejor que pude a medida que crecían para comunicarme cada vez más con ellos. Espero que de mi legado continúen la fe en Dios y recuerden que los amo y que la abuela siempre estaba hablando de lo que Dios puede hacer y de cómo Él los amaba.
P: Cuando los espectadores sintonicen su programa, Tiempo con Denise Renner, en Daystar, ¿qué pueden esperar encontrar?
R: Primero, permítanme decir cuánto aprecio que mi programa se transmita en Daystar. En mi programa, los espectadores pueden esperar encontrar aliento, revelación y sanidad. Esto es lo que he escuchado de quienes han visto mi programa, y esta es mi oración. Quiero que vean y experimenten que Jesús está vivo y es poderoso hoy, que vive dentro de ellos, y que Él es nuestro Sanador y un Dios que obra milagros, que los ama y nunca los abandonará.
Share this
You May Also Like
These Related Stories

Repensando el Rapto

Jesús: Nuestra Esperanza para Siempre con
