Entrevista con el Dr. Michael Youssef
P: ¿Qué lo inspiró a explorar el estudio del Cielo y la vida después de la muerte?
R: Encuentro que pocos cristianos dedican mucho tiempo a pensar en el Cielo o a prepararse para él. Supongo que esto se debe a que pensar en el Cielo implica pensar en la muerte, ¡y tendemos a evitar ese pensamiento! Estamos ocupados con nuestras familias, actividades de la iglesia y vida laboral, y nos decimos: "No tengo tiempo para pensar en el Cielo hoy. Quizás más tarde".
Pero el Cielo es una verdad central de nuestra fe. Si confías en Jesús, ¿por qué no querrías aprender todo lo que puedas sobre la belleza y las bendiciones del lugar donde pasarás la eternidad?
El Cielo es el cumplimiento de nuestros anhelos más profundos. Como escribió Salomón en Eclesiastés, ¡Dios ha puesto la eternidad en nuestros corazones! Escribí este libro para despertar un hambre por la eternidad en el corazón de cada lector. Oro para que motive a los creyentes a vivir a la luz de la realidad del Cielo.
P: ¿Qué enseñanzas bíblicas utiliza para iluminar la naturaleza del Cielo y su significado para los creyentes?
R: La Biblia revela muchas verdades emocionantes sobre el Cielo. Aquí hay tres:
Primero, el Cielo será un lugar de comunión cara a cara con Jesús. En 1 Corintios 13:12, Pablo nos dice: "Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara". Estaremos en una relación directa con Jesús y con Dios el Padre, experimentando la realidad eterna tal como es.
Segundo, el Cielo será un lugar de descanso de nuestras batallas espirituales. Apocalipsis 14:13 nos dice que los creyentes en el Cielo "descansarán de sus trabajos". Tendremos descanso de las incesantes luchas espirituales de esta vida.
Tercero, el Cielo será un lugar de servicio a Jesús. Tendremos trabajo que hacer en la eternidad, no un trabajo aburrido, sino emocionante y satisfactorio. Apocalipsis 22:3 nos dice: "El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad, y sus siervos le servirán". Con nuestros cuerpos de resurrección transformados, lo serviremos de maneras que ahora ni siquiera podemos imaginar.
P: En su investigación, ¿qué aprendió sobre el Cielo que más lo sorprendió?
R: Creo que el hecho más sorprendente sobre el Cielo, para la mayoría de los cristianos, es que la Biblia no habla solo de un Cielo, sino de tres Cielos, y de un cuarto Cielo que aún está por venir.
A menudo las personas se sorprenden cuando les digo que el Primer Cielo no es donde está Dios. El Primer Cielo es el dominio de Satanás. Pablo escribió en Efesios 6:12: "Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, autoridades, potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales". Así que el Primer Cielo es el reino espiritual invisible que interpenetra el mundo visible en el que vivimos. Es donde Satanás habita y tiene autoridad.
El Segundo Cielo es el universo de los cuerpos celestiales. El Salmo 19 nos dice: "Los cielos cuentan la gloria de Dios". Este es el ámbito de los cielos, las estrellas, los planetas y las galaxias lejanas.
El Tercer Cielo es el lugar que la Biblia llama Paraíso. Recordemos que Jesús, durante la crucifixión, le dijo al ladrón arrepentido: "Hoy estarás conmigo en el Paraíso". El apóstol Pablo escribió que vio el Paraíso, el Tercer Cielo, y presenció cosas que no le fue permitido revelar. Este es el lugar donde van todos los creyentes cuando mueren y donde Jesús está ahora mismo intercediendo por nosotros ante Dios el Padre.
P: ¿Podría compartir un aspecto menos conocido del Cielo que explore en su libro y su relevancia para la teología cristiana contemporánea?
R: Descubrí que pocos cristianos comprenden realmente que el Cielo actual, o Paraíso, no es nuestro destino eterno. Hay otro Cielo que está por venir. Cuando llegue el nuevo Cielo—el hogar eterno que Jesús nos ha prometido—el viejo Cielo será desplazado. Apocalipsis 21:1 dice: “Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado”.
En Juan 14, Jesús describe este nuevo Cielo como un lugar con “muchas moradas”, un lugar que está preparando para nosotros como nuestro hogar eterno. ¿Qué tan grandes son esas “moradas” en el nuevo Cielo? Apocalipsis 21 incluso nos da las medidas de nuestro futuro hogar, y el volumen del nuevo Cielo equivale aproximadamente a 4.4 mil millones de kilómetros cúbicos. Si el nuevo Cielo alojara a 100 mil millones de personas, cada una podría tener una “morada” en forma de cubo de 75 acres por lado.
Si alguna vez quisiste invertir en bienes raíces de primer nivel, ¡comienza a invertir en el Cielo hoy!
P: ¿Cuál cree que es el concepto erróneo más común sobre el Cielo?
R: El concepto erróneo más común sobre el Cielo es que incluso los creyentes más firmes a menudo no sienten que su lugar en el Cielo esté asegurado. Se preocupan porque piensan que no lo han “hecho bien” o que podrían “perder” su salvación.
A quienes sienten inseguridad sobre su lugar en el Cielo, les digo esto:
¿Has pedido sinceramente a Jesús que sea el Señor de tu vida? ¿Te has arrepentido de tus pecados y le has pedido a Jesús que te capacite para vivir para Él? ¿Has aceptado el regalo de la salvación y el perdón que Jesús compró para ti con Su muerte sacrificial en la cruz? Entonces tu nombre está escrito en el Libro de la Vida que la Biblia menciona en Filipenses 4:3 y Apocalipsis 3:5. Jesús dijo que si tu nombre está escrito en el Libro de la Vida, nunca lo borrará, sino que reconocerá tu nombre delante de Dios el Padre y Sus ángeles. Una vez que tu nombre está escrito allí, no puede ser borrado, porque no está escrito solo con lápiz ni con tinta, sino con la sangre indeleble de Jesús.
P: ¿Qué orientación práctica o aliento daría a los cristianos que buscan profundizar su comprensión del Cielo y vivir en anticipación de su realidad?
R: Si quieres ver la vida desde la perspectiva del Cielo, ora la oración que el Señor dio a Sus discípulos. Él nos dio esa oración para transformar la forma en que vemos nuestras vidas terrenales. En esa oración, nos impartió los valores y la perspectiva del Cielo.
La oración comienza: “Padre nuestro que estás en los cielos”. Jesús quiere que sepamos que Dios es nuestro Padre y que tiene la perspectiva verdadera, precisa y celestial de nuestras vidas. Luego la oración dice: “Santificado sea tu nombre”. Santificado significa honrado y sagrado. ¿Es el nombre de Dios santificado en nuestras vidas y acciones?
Después dice: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo”. El enfoque de esta oración está en Dios, Su santidad y Su voluntad. Y sí, el enfoque está en el Cielo.
Al mismo tiempo, es una oración muy práctica: “Danos hoy el pan nuestro de cada día. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. No nos dejes caer en tentación, y líbranos del maligno”. Dirigimos nuestra mirada hacia el Cielo y le pedimos a nuestro Padre celestial nuestro pan diario, perdón y liberación de la tentación. Estas son nuestras necesidades prácticas más importantes, desde la perspectiva del Cielo.
Así que sumerjamos nuestras mentes en esa oración. Vivamos cada día según los valores del Cielo. Propongámonos diariamente permitir que la voluntad de Dios se haga en nuestras vidas como en el Cielo. Vivamos cada día con una anticipación gozosa del Cielo.
P: ¿Cómo influye la esperanza del Cielo en las perspectivas de los cristianos sobre la vida, la muerte y la eternidad?
R: La esperanza segura y certera del Cielo reemplaza el miedo con confianza. Cuanto más convencidos estamos de la realidad del Cielo, más valientes y decididos seremos.
Recientemente escuché sobre una maravillosa pareja cristiana, Davy y Natalie Lloyd, misioneros a tiempo completo entre los pobres de Haití. Los Lloyd sabían que servían en una tierra peligrosa donde la civilización estaba completamente desmoronada. Pero también sabían que sus tesoros estaban almacenados en el Cielo, no en la tierra.
En mayo de 2024, tras asistir a un servicio de iglesia en Puerto Príncipe, una pandilla atacó la casa donde se alojaban. Los pandilleros dispararon contra la casa, irrumpieron y asesinaron a Davy, Natalie y a otro misionero.
Después de enterarse que Natalie había sido asesinada, su padre, el legislador Ben Baker, subió en Facebook una foto de Davy y Natalie y escribió: “Mi corazón está roto en mil pedazos. Nunca había sentido este tipo de dolor”. Añadió que Davy y Natalie “fueron juntos al Cielo”.
No podemos imaginar el dolor de este padre, pero agradezco que tengamos la bendita seguridad de que el Cielo es real, y que Davy y Natalie realmente entraron juntos al cielo.
La seguridad del Cielo es lo que permitió a los apóstoles y a todos los mártires cristianos proclamar a Cristo ante la persecución. Solo la esperanza confiable del Cielo puede reemplazar nuestros miedos y lágrimas con valentía y confianza.
P: ¿De qué maneras desafiaría a los lectores a re imaginar sus prioridades y aspiraciones terrenales a la luz de las realidades eternas del Cielo?
R: Jesús dijo en Mateo 6: “No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones entran a robar. Más bien, acumulen tesoros en el Cielo”. Esta vida terrenal pasa rápidamente, por lo que Jesús nos insta a invertir en el Cielo, donde pasaremos la eternidad.
Mi objetivo era escribir este libro como una guía de inversión espiritual, animando a los creyentes a acumular tesoros en nuestro hogar celestial. Lo hacemos viviendo en obediencia y compartiendo nuestra esperanza con amigos y vecinos. No hay una inversión más segura o gratificante que uno pueda hacer que una inversión eterna e imperecedera en el Cielo.
P: ¿Qué les diría a aquellos que dudan o cuestionan la existencia del Cielo?
R: Primero, animaría a evitar los libros sensacionalistas sobre “turismo celestial” que han sido publicados recientemente. No digo que todos sean fraudulentos, pero sé que Dios no comete errores. Hebreos 9:27 dice: “Está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después el juicio”.
Solo tres personas en la historia han tenido un vistazo confirmado del Cielo en esta vida: Esteban, el mártir, tuvo una mirada al cielo momentos antes de su muerte; el apóstol Pablo, quien tuvo una visión del Tercer Cielo, pero no se le permitió hablar de lo que vio; y Juan, en la isla de Patmos, quien escribió sobre su visión en el Apocalipsis. Dios dio a estos tres hombres una mirada anticipada al Cielo por razones especiales en momentos especiales de la historia.
Si deseas saber cómo es realmente el Cielo, hay un solo libro que necesitas: la Biblia. Todo lo que necesitas saber sobre el Cielo está en ese libro.
Si quieres saber si el cielo es real o no, sumérgete en las enseñanzas de Jesús y los apóstoles sobre el Cielo. Conforme leas, verás que todo lo que dice la Biblia sobre el cielo en un lugar es confirmado en otros pasajes. Toda la enseñanza bíblica sobre el Cielo es consistente. Llena tu mente con estas verdades y serás convencido, animado y reconfortado.
P: Finalmente, ¿qué mensaje de seguridad espera que los lectores tomen de su exploración de las profundas verdades alrededor del concepto de “El Cielo te espera”?
R: Quiero que todos sepan que, una vez que confías en Jesús, tu futuro en el Cielo está asegurado. Una vez que tu destino eterno está resuelto, animo a aprender todo lo posible sobre tu eternidad en el Cielo. Al estudiar la belleza, los beneficios y las bendiciones del Cielo, tu perspectiva de esta vida terrenal será transformada.
El apóstol Pablo tenía un anhelo tan intenso por el Cielo que verdaderamente deseaba dejar esta vida terrenal y estar con Jesús. Sin embargo, confiesa que continua su ministerio terrenal por sentido de deber: “Me siento presionado por dos posibilidades: deseo partir y estar con Cristo, que es muchísimo mejor; pero, por el bien de ustedes, es necesario que permanezca en el cuerpo”.
La realidad del Cielo nos llena de anhelo por estar con Jesús y también nos motiva a aprovechar al máximo nuestro tiempo en la tierra. Cuanto más sabemos sobre el Cielo, más gozosas serán nuestras vidas terrenales.
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